oscar sanchez
![amigas](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_vIox4mcbVm83-_L6I1VdFIrKdQmjxlJZCUMh9lwnrT8n5OnGyjSTmdh1Xl_5U89TmTuKJ2RZ1U-LnXLC5zztKQu7Tks3isXpzpKYM0do5D=s0-d)
Cuando escuchemos que nuestro fuego crepita, que la madera cruje, que las brasas brillan o las historias que las llamas cuentan, la esperanza nos será devuelta.
El calor del alma
Todos nosotros hemos pasado muchos días, o semanas enteras, sin recibir ningún gesto de cariño del prójimo.
Son momentos difíciles, cuando el calor humano desaparece, y la vida se reduce a un arduo esfuerzo por sobrevivir.
En esos momentos en que el fuego ajeno no le da calor a nuestra alma, debemos revisar nuestro propio hogar. Debemos agregarle más leña y tratar de iluminar la sala oscura en la que nuestra vida se transformó.
Si somos capaces de amar, también seremos capaces de ser amados. No es más que cuestión de tiempo.
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Yo no demuestro mis sentimientos, pero estoy lleno de ellos. Sufro en silencio, amo con miradas y hablo por sonrisas.
Soy responsable de lo que digo, no de lo que tú entiendas.